Maria Riesch (Foto -Derecha), Garmisch-Partenkirchen, mientras que el sufrimiento de la gripe no la dejo entrenar ni participar de las previas a la competencia, Maria Riesch se alzo aún así con las medallas de bronce en el Super-G y descenso.
El Mundial de esquí alpino, abierto el lunes en Garmisch-Partenkirchen con una colorida ceremonia a la que asistió la canciller alemana, Angela Merkel, son una "carta de visita" para la candidatura germana los Juegos de invierno, dijo la jefa de Gobierno. "Este Mundial es sin duda para Garmisch-Partenkirchen, pero también para toda la República Federal de Alemania, una buena carta de visita", declaró Merkel, haciendo alusión a la candidatura germana de Múnich para la cita olímpica de 2018, a la que está asociada la estación de esquí del Mundial.
El presidente de la Federación Internacional de Esquí, Gian Franco Kasper, encargado de dar por iniciado el Mundial, estimó que la estación bávara ofrecía "las mejores condiciones para una fiesta del esquí excepcional".
Unas 10.000 personas, y varios esquiadores, con la germana Maria Riesch a la cabeza, se agolparon a los pies del trampolín de salto para seguir la ceremonia de apertura, en la que hubo juegos de luces, acompañados por un impresionante fondo sonoro de Richard Strauss.
Durante el Mundial, que terminará el próximo 20 de febrero con el eslalon masculino, se deslizarán sobre las pistas un total de 525 deportistas, que representarán un total de 69 países.
Supergigante Femenino
La austriaca Elisabeth Görgl ganó este martes el supergigante del Mundial de Esquí Alpino de Alemania, en la estación de Garmisch-Partenkirchen, al superar a la estadounidense Julia Mancuso, medalla de plata, y a la alemana Maria Riesch, que se llevó el bronce.
En 1 minuto 23 segundos y 82 centésimas, la esquiadora de Bruck an der Mur superó a Mancuso por 5 centésimas y a Riesch por 21 centésimas, en una carrera marcada por el fracaso de Lindsey Vonn
Descenso categoría Femenina
La esquiadora austriaca Elisabeth Goergl refrendó su gran momento de forma en los en los Campeonatos del Mundo de esquí alpino, que se disputan en la estación alemana de Garmisch-Partenkirchen, y este domingo se colgó la medalla de oro en la prueba de descenso, su segunda victoria tras la que logró el pasado martes en el supergigante.
La austriaca, que a lo largo de su carrera ha ganado tres pruebas de la Copa del Mundo, se está destapando en estos Mundiales con dos triunfos en tres pruebas disputadas hasta el momento. Goergl completó una bajada impecable en la sinuosa pista de Kandahar y ganó con un tiempo de 1:47.24.
La medalla de plata fue para Lindsey Vonn (1:47.68), aparentemente recuperada de la caída que sufrió la semana pasada en un entrenamiento y que le llevó a plantearse su participación en Garmisch-Partenkirchen. La tricampeona del Globo de Cristal tiró de calidad para mantenerse firme en una pista plagada de baches.
La otra gran dominadora del descenso, Maria Riesch, se tuvo que conformar con el bronce. La alemana rozaba la marca de Goergl tras el segundo paso intermedio, pero perdió tiempo en la última parte de su bajada a la pista de casi tres kilómetros y un desnivel acumulado de 730 metros.
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